(Manifiesto)
CULTURA (CUCHILLOS) CONTRA DRAGONES
Un manifiesto para cambiar el mundo a través de las artes escénicas
1. STATUS QUO: el colapso
El mundo no puede seguir así, encadenado a un sistema desigual e injusto que avanza inexorablemente hacia el colapso total.
Miles de millones de habitantes de nuestro planeta no tienen acceso a la cultura más básica.
Hay una falta evidente de proyectos y equipamientos culturales de proximidad en más de medio mundo.
Son dragones aquellos que desprecian, maltratan y utilizan sin compasión su poder contra sus semejantes (iguales, prójimo).
Son dragones aquellos cuyas sucias miradas tienen como objetivo humillar, utilizar y convertir al otro en el nuevo esclavo contemporáneo.
Son dragones aquellos que miran a África, a Asia, y a América Latina de esta manera.
Son dragones los que miran de esta manera a los excluidos culturales: los sin techo, los sin papeles, los parados de larga duración, las personas mayores en situación de dependencia, los emigrantes, los desahuciados, las víctimas de la violencia de género, las familias monoparentales.
Hechos de todo el dolor herencia directa de todo aquello que nadie en este mundo quisiera para sí mismo. De todo eso, de todo esto, hemos hecho nuestro cuchillo.
Como artistas, no podemos seguir mirando hacia otro lado. Miremos hacia el único lugar posible: el amor.
2. UN NUEVO ORDEN: el despertar a la cultura
Contra todos los dragones presentes y futuros tenemos un arma infalible: la cultura.
La cultura es un derecho fundamental de todo ser humano.
La cultura nos conecta con el infinito.
La cultura es inclusión, participación, empoderamiento y autorrealización.
La cultura es la auténtica vacuna, aquella que nos inmunizará para siempre de la estupidez humana, del horror de odiarnos, de la xenofobia, del racismo, de la envidia, de la avaricia, del no ser.
La cultura es una inversión, no un gasto.
La cultura es muy rentable si se compara el gasto que implica con sus beneficios sociales.
La cultura fortalece la identidad, aumenta las capacidades, crea lazos sociales y elimina barreras geográficas.
La cultura es sexy.
El mundo no puede seguir así, encadenado a un sistema desigual e injusto que avanza inexorablemente hacia el colapso total.
Miles de millones de habitantes de nuestro planeta no tienen acceso a la cultura más básica.
Hay una falta evidente de proyectos y equipamientos culturales de proximidad en más de medio mundo.
Son dragones aquellos que desprecian, maltratan y utilizan sin compasión su poder contra sus semejantes (iguales, prójimo).
Son dragones aquellos cuyas sucias miradas tienen como objetivo humillar, utilizar y convertir al otro en el nuevo esclavo contemporáneo.
Son dragones aquellos que miran a África, a Asia, y a América Latina de esta manera.
Son dragones los que miran de esta manera a los excluidos culturales: los sin techo, los sin papeles, los parados de larga duración, las personas mayores en situación de dependencia, los emigrantes, los desahuciados, las víctimas de la violencia de género, las familias monoparentales.
Hechos de todo el dolor herencia directa de todo aquello que nadie en este mundo quisiera para sí mismo. De todo eso, de todo esto, hemos hecho nuestro cuchillo.
Como artistas, no podemos seguir mirando hacia otro lado. Miremos hacia el único lugar posible: el amor.
2. UN NUEVO ORDEN: el despertar a la cultura
Contra todos los dragones presentes y futuros tenemos un arma infalible: la cultura.
La cultura es un derecho fundamental de todo ser humano.
La cultura nos conecta con el infinito.
La cultura es inclusión, participación, empoderamiento y autorrealización.
La cultura es la auténtica vacuna, aquella que nos inmunizará para siempre de la estupidez humana, del horror de odiarnos, de la xenofobia, del racismo, de la envidia, de la avaricia, del no ser.
La cultura es una inversión, no un gasto.
La cultura es muy rentable si se compara el gasto que implica con sus beneficios sociales.
La cultura fortalece la identidad, aumenta las capacidades, crea lazos sociales y elimina barreras geográficas.
La cultura es sexy.
3. ACCIONES PARA ALCANZAR ESTE OBJETIVO: a modo de decálogo
- Desterrar la idea de la cultura como posesión de una élite e implantar la idea de cultura como elemento de transformación y empoderamiento.
- Llegar a los desatendidos del sistema y transformar su realidad haciendo cultura de emergencia.
- Atacar el problema de raíz creando sobre el terreno proyectos específicos que visibilicen problemas de colectivos concretos, ayudando a resolverlos (sanarlos) a través de la cultura.
- Dar voz o ser altavoz del genio de las distintas culturas que no pertenecen al sistema capitalista.
- Crear proyectos únicos y diferenciados que pongan en valor la cultura de una comunidad, por encima de la cultura capitalista dominante.
- Enseñar al mundo que la diferencia entre culturas es un regalo de valor incalculable.
- Involucrar en nuestros proyectos a los agentes que ya trabajan sobre el terreno, creando alianzas y un tejido capaz de iniciar el cambio por sí mimo.
- Conectar el mundo amateur y profesional, creando tejido cultural y puestos de trabajo.
- Generar acontecimientos culturales en los cuales converjan todos los sectores de la sociedad: familias, amigos, compañeros y allegados de los artistas seleccionados.
- General proyectos formativos que creen nuevos trabajadores de la cultura que multipliquen a su vez las oportunidades de cambio.
4. ALEGATO FINAL: contra los dragones
Delante de cualquier humano, aquí y ahora, levantamos (invocamos) todas las tormentas necesarias para que descarguen bienes y tesoros, los cuales visibilizarán la desgracia de quienes no la merecen. Y desde ahora, con este poderoso cuchillo entre las manos (entre los dientes), alzamos nuestra voz necesaria y verdadera contra todos los dragones. Los zapatos para andar este camino son la cultura.
(Paco Azorín & Carlos Martos de la Vega)